16 nov 2009



















.


-¿Dices qué olía a mandarina?

-Sí, justo eso.. mandarinas un poco verdes.
No fué la típica escena desesperada en la que la figura se marchita y solloza con cierta auto-compasión.

-¿Qué pasó entonces? Nunca me lo has contado.

-No lo sé. 
Abrí los ojos como pude y al mover las manos sentí que no era mi cama.
Estaba en un suelo enmoquetado. Desnuda y cicatrizando.

.  Josué Manchado Valle

No hay comentarios:

Publicar un comentario